Por Jaime A Ospina G
Bienvenido son todos los comentarios frente a los diferentes modelos de negocio y formas de hacer empresa. Pero todos al final deben de tener unos conceptos y bases solidas para su correcta operación; es posible que esto no se vea como una necesidad al inicio empresarial, dado a que los modelos tratan de ser innovadores, irreverentes y revolucionarios para lograr diferenciarse y atraer a nuevos clientes y consumidores. Pero luego esto se vuelve insostenible si no se tienen los elementos básicos que conforman cualquier modelo de empresa.
Dentro de las actividades de acompañamiento empresarial, dónde he tenido oportunidad de participar siempre hago el mayor énfasis en la gestión de clientes, dónde considero que es el activo empresarial más importante sobre todo cuando es un emprendimiento o una empresa naciente; dado a que la historia del relacionamiento inicial de la empresa es fundamental para su posterior desarrollo. Muchos se concentran en el producto y en el desarrollo de la misma empresa, dejando al lado todo el conocimiento generado en los primeros encuentros y relaciones con potenciales clientes, socios, inversionistas. Es posible que el producto prospere o no, la red de contactos levantada dentro del proceso puede permanecer para otro tipo de iniciativas.
Para lograr esto es necesario detenerse un poco y estructurar claramente un modelo que permita gestionar el gran volumen de información adquirido por el relacionamiento inicial. Por lo que pensar en arquitecturas de información que permitan volcar el conocimiento a sistemas de información se hace fundamental.
Esto no es todo, es posible que otras personas piensen que lo más importante frente a un negocio es tener el producto, la definición del mercado, etc. Por lo que frente a temas de asesoramiento empresarial nadie puede decir que tiene la razón. Existen muchos enfoques para lograr el desarrollo empresarial, lo que siempre es seguro es que todos llegaran a un punto dónde sea necesario tener lo básico, un sistema de gestión de clientes, sistemas de gestión operacional y de gestión financiera.
Dentro de las actividades de acompañamiento empresarial, dónde he tenido oportunidad de participar siempre hago el mayor énfasis en la gestión de clientes, dónde considero que es el activo empresarial más importante sobre todo cuando es un emprendimiento o una empresa naciente; dado a que la historia del relacionamiento inicial de la empresa es fundamental para su posterior desarrollo. Muchos se concentran en el producto y en el desarrollo de la misma empresa, dejando al lado todo el conocimiento generado en los primeros encuentros y relaciones con potenciales clientes, socios, inversionistas. Es posible que el producto prospere o no, la red de contactos levantada dentro del proceso puede permanecer para otro tipo de iniciativas.
Para lograr esto es necesario detenerse un poco y estructurar claramente un modelo que permita gestionar el gran volumen de información adquirido por el relacionamiento inicial. Por lo que pensar en arquitecturas de información que permitan volcar el conocimiento a sistemas de información se hace fundamental.
Esto no es todo, es posible que otras personas piensen que lo más importante frente a un negocio es tener el producto, la definición del mercado, etc. Por lo que frente a temas de asesoramiento empresarial nadie puede decir que tiene la razón. Existen muchos enfoques para lograr el desarrollo empresarial, lo que siempre es seguro es que todos llegaran a un punto dónde sea necesario tener lo básico, un sistema de gestión de clientes, sistemas de gestión operacional y de gestión financiera.
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